martes, 18 de noviembre de 2014

capitulo7 ; Agua para concretos y morteros

AGUA PARA CONCRETOS Y MORTEROS

DEFINICION:

El agua es un componente esencial en las mezclas de concreto y morteros, pues permite que el cemento desarrolle su capacidad ligante.

Para cada cuantía de cemento existe una cantidad de agua del total de la agregada que se requiere para la hidratación del cemento; el resto del agua solo sirve para aumentar la fluidez de la pasta para que cumpla la función de lubricante de los agregados y se pueda obtener la manejabilidad adecuada de las mezclas frescas. El agua adicional es una masa que queda dentro de la mezcla y cuando se fragua el concreto va a crear porosidad, lo que reduce la resistencia, razón por la que cuando se requiera una mezcla bastante fluida no debe lograrse su fluidez con agua, sino agregando aditivos plastificantes.

El agua utilizada en la elaboración del concreto y mortero debe ser apta para el consumo humano, libre de sustancias como aceites, ácidos, sustancias alcalinas y materias orgánicas.
En caso de tener que usar en la dosificación del concreto, agua no potable o de calidad no comprobada, debe hacerse con ella cubos de mortero, que deben tener a los 7 y 28 días un 90% de la resistencia de los morteros que se preparen con agua potable.



AGUA
• Agua de amasado
∗ Participa en las reacciones de hidratación del cemento
∗ Confiere al hormigón la trabajabilidad necesaria para su puesta en obra
∗ La cantidad de agua de amasado debe limitarse al mínimo estrictamente necesario.
− El agua en exceso se evapora y crea una serie de huecos en
el hormigón, disminuyendo su resistencia.
− Un déficit de agua de amasado origina masas pocos trabajables y de difícil colocación en obra.
∗ Cada litro de agua de amasado añadido de más a un hormigón
equivale a una disminución de 2 kg de cemento.
• Agua de curado
Durante el proceso de fraguado y primer endurecimiento del hormigón,
tiene por objeto:
− Evitar la desecación
− Mejorar la hidratación del cemento
− Impedir una retracción prematura



APTITUD DE LAS AGUAS
Se debe ser más estricto en la aptitud de un agua para curado que en la de
un agua para amasado, debido a:
− En el amasado la aportación de agua es limitada y se realiza de una
sola vez.
− En el curado la aportación es amplia, de actuación duradera y las
reacciones que puedan ocasionar no actúan sobre una masa en estado
plástico.


AGUAS PERJUDICIALES Y AGUAS NO PERJUDICIALES.

Un índice útil sobre la aptitud de un agua es su potabilidad. Las excepciones se reducen casi exclusivamente a las aguas de alta montaña, debido a que su gran pureza les confiere carácter agresivo.
Las aguas manifiestamente insalubres pueden ser utilizadas, como por ejemplo las aguas bombeadas de minas (excepto de carbón), de residuos industriales, pantanosas, etc.
Las aguas depuradas con cloro pueden emplearse perfectamente.

Si es absolutamente obligado emplear un agua sospechosa, convendrá
forzar la dosis de cemento (no menos de 350 kg/m3) y mejorar la preparación y
puesta en obra del hormigón.







AGUA DE MAR
La Instrucción Española del Hormigón admite su empleo para hormigón en masa, previniendo acerca de la posible aparición de eflorescencias (producidas por cristalización de sales) y de la probable caída de resistencia (aproximadamente un 15%).
El contenido medio de cloruro sódico del agua de mar es del orden de 25 gramos por litro (aproximadamente 15 g/l de ión Cl-), inadmisible para hormigón armado.
El contenido medio del ión sulfato es próximo a los 3 g/l. Según este índice, se podría calificar al agua marina como perjudicial, pero por una serie de razones de índole química, su agresividad real es mucho menor que la que tendría un agua no marina con sulfatos o cloruros en análogas proporciones.
No se admite presencia de algas, ya que impiden la adherencia áridopasta, provocando multitud de poros en el hormigón.



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